Pasquale Cozzolini transformó su vida después de un susto de salud; y su dieta resulta tentadora.

Por Lanacion.com.ar 

Si necesitás bajar de peso, es probable que pienses que vas a tener que abandonar todas tus comidas preferidas . Pero Pasquale Cozzolini, unchef italiano que vive en Nueva York, es la prueba de que esto no tiene porqué ser así: bajó 51 kilos en nueve meses y jamás dejó la pizza.

Desde su transformación, que terminó en febrero del año pasado, pasea por los medios contando sus secretos y mantiene su figura ( también su salud ). Hasta sacó un libro, The Pizza Diet, contando su vida y su especial dieta.

Pasquale llegó a Estados Unidos en 2011 con 115 kilos y a los pocos meses llegó a pesar 168. Cuenta que llegaba a comer en tres restaurantes por día, donde probaba gran parte de la carta para poder aprender antes de abrir el suyo. Además, tomaba hasta 3 latas de gaseosa por día y podía comer hasta 12 Oreos en una jornada de trabajo. Ese estilo de vida tuvo un gran freno cuando en 2015 una médica le advirtió sobre sus riesgos cardíacos.

Además de dejar el azúcar y adaptar sus costumbres alimenticias, empezó a hacer kickboxing dos veces por semana. Aquí van algunos de sus consejos.

Si vas a comer pizza, asegurate de que venga de la receta de masa clásica: harina, levadura, sal y agua. Nada más. Esta suele fermentarse 36 horas, lo que logra que la levadura «se coma» gran parte del azúcar y deje solo los carbohidratos complejos que se digieren más rápido y te dejan más satisfecho. «Si te comés una pizza, no necesitás nada más. Te ayuda a alejarte de la comida chatarra», le explicó al New York Post.

Te podés comer una pizza italiana clásica (muy lejos de nuestra media masa) con salsa de tomate, poca muzzarella, albahaca y unas gotas de aceite de oliva. Pasquale almuerza una de estas todos los días y cena un plato de pescado con vegetales.

Cuidado con lo que le ponés a la pizza. Los italianos suelen usar poco queso y agregarle vegetales frescos. Agregá nutrientes y proteínas poniéndole brócoli, morrón, hongos y cualquier otro vegetal que tengas en la heladera. Demás está decir que los fiambres están afuera de esta dieta.

Basá tu alimentación en la mediterránea: verduras frescas, frutas, pescado, granos y grasas solo en forma de aceite de oliva y palta.

Para los snacks y desayunos: fruta y cereal sin azúcar.